La edición 127 del Clásico Regio representa una vitrina para que Tigres y Rayados demuestren por qué actualmente son la mejor rivalidad del país y para su afición de demostrar clase y altura en las tribunas.
El estadio Universitario alberga el Clásico entre dos de los equipos más ganadores de los últimos años en México, que tienen el mayor valor económico y que son apoyados por dos de las aficiones más pasionales de la nación.
Con dos equipos enrachados, Tigres con siete juegos sin perder, seis triunfos y un empate, y Rayados crecidos con tres victorias al hilo, el choque entre regios se vislumbra de alto calibre en el rectángulo verde del Uni.
Tanto Miguel Herrera, cuyo equipo llegó en tercer lugar a esta fecha, y Víctor Manuel Vucetich, que ocupa el sexto puesto con su equipo, tienen la obligación de plasmar un buen futbol y brindar espectáculo.
Sin embargo, las aficiones regias, que incluye en ambos casos grupos de animación o barras que han estado inmiscuidas en algunas broncas y actos de violencia, también tienen el reto de demostrar que la paz debe imperar en las gradas, lejos de lo que sucedió en la barbarie de Querétaro.
Ambos clubes, así como las autoridades estatales y municipales, han preparado un operativo que incluye 2 mil elementos a desplegar afuera y dentro del inmueble, además de protocolos que buscan enfatizar el mensaje de paz en el futbol.
También se aprovechará el entorno clásico para homenajear al recientemente fallecido exjugador felino, Tomás Boy.
En la cancha, dos equipos plagados de estrellas, intentarán poner su parte, desatando una batalla deportiva por tres puntos y el orgullo regio, pero tratando de emanar desde su trinchera señales de paz y deportivismo y de que la rivalidad debe quedar en solo los 90 minutos de juego.
Será un Clásico en el que el francés André-Pierre Gignac, delantero de Tigres, pudiera empatar o hasta rebasar el récord de goles en Clásicos que posee el exrayado Mario de Souza Mota “Bahía”.
Gignac, quien es líder de goleo en el torneo con 9 dianas y lleva siete partidos seguidos anotando, está a dos goles de empatar al brasileño, quien sumó 11 en los derbis regios entre 1984 y 1992.
Pero Rayados tiene en Joel Campbell, quien suma tres goles en los últimos tres triunfos del equipo, un referente ofensivo que ha despertado al Monterrey en la naciente segunda etapa de Vucetich en el club.
Por el estilo de ambos entrenadores se puede esperar un juego con un Tigres propositivo al ataque ante un Monterrey, ordenado y buscando contraatacar a una zaga felina, que suele aceptar muchos goles.
Al final, es un choque entre la mejor ofensiva del torneo que es Tigres con 20 goles y la mejor defensa, Rayados, junto a Atlas, con apenas 7 tantos en contra.
El Uni volverá a estar repleto en un Clásico desde aquella Semifinal del Apertura 2019 y en espera de que también se llene de goles y abrazos.