Desde que el Estadio La Corregidora se construyó, el inmueble está rodeado de un halo de desgracia y negatividad.
Durante años fue considerado como un lugar maldito, ya que todos los equipos que osaban jugar ahí descendían, ninguno pudo encontrar arraigo y se fueron clubes como Cobras, Atlante, Gallos Blancos, TM Gallos, y otros perdieron la categoría en 2013 y 2017.
El estadio fue construido para convertirse en una de las sedes del Mundial de México 86, se inauguró el 5 de febrero de 1985 y albergó cuatro encuentros del Grupo E, además del cotejo de Octavos de Final entre Dinamarca y España.
Después de que comenzaran a aflorar una seguidilla de fracasos de los equipos que buscaron instalar su sede en el inmueble, se tejió una leyenda que decía que había sido construido sobre un cementerio, lo cual generó un ambiente negativo.
Luego del fracaso de Cobras, cuya franquicia fue vendida a la Familia de la Vega, cuando se consumó su descenso en la temporada 86-87, los Potros de Hierro fueron otro de los conjuntos que probó suerte en la sede.
José Antonio García, dueño del equipo, se llevó al Atlante a Querétaro, por las pésimas entradas que tenían en el Azulgrana y los costos que iban asfixiando a la directiva.
El conjunto se hundió y en un acto desesperado, la directiva provocó un incidente para que sancionaran al equipo, obligándolo a regresar a la Ciudad de México, donde solo firmó su epitafio para descender en el torneo 89-90.
Para la campaña 93-94, una vez más se reintentó reactivar a los Gallos Blancos, pero no pudieron mantenerse en el Máximo Circuito y con todo y el técnico Carlos de los Cobos se fueron a la Segunda División.
Querétaro siempre fue visto como una plaza inmejorable para cualquier inversionista, contaba con estadio propio, una afición ávida de futbol y el apoyo del gobierno.
Una vez más se hizo otro intento para el 2006, pero el porcentaje tampoco ayudó a los Gallos y un año después perdieron la categoría, ahora de la mano de Salvador Reyes.
El equipo ha visto desfilar todo tipo de inversionistas buscando arraigar el futbol en esta plaza, pero también le tocó vivir épocas oscuras, como los años en que se infiltró el narco. Tirso Martínez “El Tío” lavaba dinero con el Querétaro, unas fotografías donde se le vio en La Corregidora al lado del entonces presidente de la Primera A, Enrique de la Garza, y el promotor, Guillermo Lara, prácticamente empujaron a la FMF a tomar la franquicia para desaparecerla.
Años más adelante, en el 2014, los Gallos no pudieron florecer cuando Amado Yáñez compró al equipo, el empresario tuvo varios problemas legales al ser intervenido por Hacienda, el SAT vendió la franquicia.
Invitados incómodos
Hasta los equipos que llegaron en calidad de invitados para ocupar el estadio tampoco les fue bien.
En 1985 fueron sede del tercer duelo entre América y Pumas, para definir al ganador del título, el partido tuvo que salir de la Ciudad de México debido a la tragedia que se vivió en el túnel 29, donde hubo 8 muertos.
Se impuso la escuadra azulcrema, pero el partido despertó grandes polémicas por el arbitraje de Joaquín Urrea.
También le dieron posada a Pumas durante la huelga más larga de la UNAM, estuvieron del 25 de abril de 1999 al 23 de enero del 2000, al equipo universitario no le sentó el estadio y tuvo actuaciones para el olvido.
América también lo ha utilizado en varias ocasiones para partidos de la Copa de Campeones de la Concacaf, de Liga y Copa Libertadores.
Cuando la banda U2 tomó el Azteca, se fueron a refugiar al lugar, pero no les fue nada bien y quedaron fuera de la Liguilla del Clausura 2011.
Para el Clausura 2019, las Águilas también jugaron una Semifinal ante el León, a causa de la contingencia ambiental en la CDMX, en esa ocasión los de Coapa perdieron 1-0.
Cruz Azul, Necaxa y Alebrijes de Oaxaca también echaron mano del inmueble.
Ahora, las gradas estarán en silencio, como en los meses de la pandemia, durante un año no habrá afición, y está en el aire el futuro de estos Gallos Blancos, que serán vendidos y podrían cambiar de sede, para silenciar a La Corregidora una vez más.